Bueno, a nadie escribí para papá Noel o año nuevo ni viejo, ni lo voy hacer por reyes. ¿Para que establecer costumbres consuetudinarias si el orden solo trae rutina? La rutina no es un vicio, es solo un circulo, y cuanto más pequeño el circulo peor ya que la rutina tiene la misma velocidad siempre. Cuanto más pequeño sea, más veces la vamos a recorrer, más irrompible se hace y eso nos hace menos libres.
Empero también la libertad es solo 'unos caprichos' satisfechos, la definición de libertad nunca se cumple literal ni metafóricamente, y eso hace categórico su significado.
Aun así, también la ausencia de libre albedrío es solo 'unos caprichos' insatisfechos y es categórica su sensación.
Lo que se puede rescatar de la libertad como una reminiscencia, no es llegar intrínsicamente a ella (es decir la verdadera sensación de ella, a lo que se supone dice su significado), sino tener solamente la sensación de alcanzarla una vez. La verdadera libertad es tan fuerte que solo su sensación de alcanzarla una vez nos hace sentir libres, al menos por un momento.
Esto cambia las normas de su definición. Con o sin definición bien establecida, la ambición de alcanzarla la puede hacer paradojal.
No se olviden que la rebeldía es una sumisión disfrazada de rebelde.
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Paisaje urbano
Rastro de Madrid
1 comentario:
20 de julio día del desinfectante, con la excusa de la amistad. Nos excusamos desinfectándonos con ese liquido de diversos sabores que sirve para olvidar penas y recordar juventudes “tesoros divinos” y venturosos pasados mejores. De sapos besados con el sudor de nuestras lenguas asépticas de alcohol, de sufrir en el paredón con la pulpo (¡como pica esa mierda!) dejándonos circunferencias enrojecidas con algún tono morado por el centro, de las fumadas en el cenicero del universo, que dicen las leyendas guardadas bajo siete llaves que queda en Wilde, de ser la deshonra de los viejos que viven en las esquinas espumantes a pulso de Quilmes a un peso fría, de personajes rengos, negros, cumbieros, rolingas, ramoneros, enfermos mentales de psicopatías bizarras y la vecina del frente que se esta poniendo mas buena que el chocolate, de peleas estúpidas por una bolita robada y de la bolita que te transaste la noche anterior, de festejos con el cadáver de una vaca al asador que esta mas buena que el chocolate, del bajón de quien se pego un palo con el coche o el otro que te obliga a manducar tres docenas de empanadas con papas fritas y tres congeladas sin espuma, de los chupines que marcan el paquete y te deja el culo como cargando una cagada horizontal, de viajes no físicos que te dejan un dulce desconcierto o de desconciertos que son viajes que te dejan sin físico, de risas contaminadas de sarcasmo, de infinitos “des”.
Las viejas se frotan las manos por contar desvirtualizando todo lo que hacemos mientras nosotros nos frotamos los huevos por sus hijas.... ellas creen que salen ganando y nosotros también, esto hace el “business
” redondo. Nada mas, recordarles que recuerdo los recuerdos que ustedes también recuerdan. Feliz día del desinfectante.
Willow
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