sábado, 1 de diciembre de 2007

Proceso Kafkiano


Primero voy a empezar con un resumen a modo de puntos clave, para que sepan de antemano la historia luego detallada, y me gustaría que lo lean. He tratado de ser lo mas breve posible con los detalles de este hecho verídico acaecido en Madrid entre el año 2003 a 2007.

También, apuntar que tengo todos los documentos oficiales que verifican la historia.

Por último detallo a quienes mando este informe para recibir ayuda por la deseada rectificación.

RESUMEN

2003- Comienzo de tramitación de permiso de residencia y trabajo.

2004- Detienen al abogado que realiza mi tramite por presunta estafa. Parece ser que no era abogado.

- Me citan en la comisaría de Torrejón de Ardoz donde me detienen y me abren una ficha policial.

- Me citan del juzgado de Guadalajara como imputado y me advierten que se han equivocado y me toman declaración como testigo.

- Me devuelven el dinero supuestamente estafado mediante escritura pública notarial.

2005- Presento documentación para la regularización extraordinaria que organizó el nuevo gobierno de España.

-Me rechazan el permiso por tener una ficha policial.

-Se presenta una demanda a lo contencioso contra la Delegación de Gobierno.

2006- Se admite a tramite la demanda en marzo.

- En agosto intento quitarme la ficha policial y me abren un expediente para la expulsión del territorio español.

- En octubre celebra la primer vista del contencioso contra la Delegación de Gobierno que se suspende hasta enero de 2007.

2007- En enero se celebra dicha vista.

- En febrero se dicta sentencia de la demanda a mi favor y me llega en noviembre.

-La empresa que oferta empleo para mi regularización se da de baja de la Seguridad Social

- Me quitan la ficha policial con un certificado diciendo que no existía dicha ficha

- La Delegación de Gobierno no me resuelve los papeles porque la empresa que me hacía el contrato ya no existe.

HISTORIA DETALLADA

El ridículo (con forma de problema) llega a su máxime cuando se pretende seriedad y se convierte en fatalidad cuando la victima (del problema) ultíma una solución que lo vuelve a reencontrar con el ridículo, y escuchamos del otro lado de un mostrador (alegóricamente) larguísimo la expresión: “Nos equivocamos”, y luego otra más fatal: “¡Que mala suerte!”.

Fue a finales de 2003 que empezó todo. Supe de un abogado que sabe realizar la tramitación de permiso de trabajo y residencia, al punto de obtenerlo sin obstáculos (el buen abogado sabía como sortear las barreras burocráticas).

Pobre de iluso.

Las presentaciones fueron breves. Es el padre de una compañera de trabajo, y además, también le tramitaba los papeles a la novia del jefe que era brasilera, una buena tarjeta de presentación para un argumento en que se requiere confianza. Así que me lance al río, sin saberlo, infestado de pirañas con una piragua agujereada. Como yo, también, otros tantos.

Por el módico precio de 800 € por mí, más 800 € por mi pareja (también de Argentina), pagamos el pasaje para un viaje de ilusión absurda, como la de los que se inmolan, en mi caso involuntario.

Al paso de 6 meses aproximadamente, posterior a los lamentables atentados de Atocha, nos enteramos que el susodicho lo habían detenido por sospecha de estafa.

Una llamada telefónica confirmó la noticia un jueves. Una chica de la policía de Torrejón de Ardoz me pidió amablemente que declarase contra el señor Félix (el abogado que ganó el prefijo de supuesto), padre de mi entonces ex compañera de mí ex trabajo, que si podía mañana viernes, y yo le pedí por favor si podía ser el lunes, la cual me dió el si, las gracias y el hasta luego.

Llegó el maldito lunes (maldito porque parece ser que ese día los planetas fulminaban con su brillo estelar mi destino). Fui con mi novia (sin que la hayan citado), por mi recomendación, a declarar como afectada. Ese lunes, que fui invitado a declarar, me detuvieron (oficialmente) por sospecha de estafa. ¿Por qué? Porque me vieron con él. ¿Qué? Sí, solo por eso. Me obligaron a “tocar el piano” sobre una tinta, y después, sobre un papel que marco mis huellas digitales en la que habían pegado una foto mía que previamente me sacaron. Ese papel era una ficha policial.

Luego de esperar a una abogada de oficio declaré lo que sabia y me dejaron ir. Mientras, hablé con mi representante, me dijo que era evidente que me habían tomado como a un pringado (principio del ridículo).

Me llegó la citación del Juzgado de Instrucción Nº 1 de Guadalajara (el delincuente vivía en Talavera de la Reina) para prestar declaración como imputado sobre estafa el día 6 de mayo de 2004.

Ese día, a la hora acordada en dicha citación, me presenté. Me hicieron esperar una vez entregado el documento y mi pasaporte a un funcionario que me hizo saber que mi abogada de oficio (distinta a la de la comisaría) estaba ahora con un declarante (no sé si por el mismo caso u otro diferente).

Al tocarme el turno a declarar, sale del despacho el juez con la citación en la mano y me espeta: - Pase Martín Alejandro -siempre confunden mi segundo nombre como si fuera mi primer apellido-, usted va a declarar en calidad de testigo, nos equivocamos (sic) en la citación, es usted testigo.- (¿estaban ahora en mi favor los planetas?).

El juez leyó mi declaración de la comisaría, me preguntó si era correcto, y luego él y el abogado de Don Félix, el supuesto estafador, me hicieron preguntas. Al finalizar mi declaración en calidad de “la soportable levedad de ser testigo”, sentí un alivio en cada centímetro cúbico de mi cuerpo, como si hubiera descargado un río siendo yo una montaña, la meada de un elefante contenida por siglos acrecentándose inexorablemente.

Ahora me esperaba la puesta en marcha lo que parecía ser la excepcional regularización de los inmigrantes, en el que cumplía todos los requisitos.

Mientras, el 9 de julio del 2004, me presenté en una notaría de la calle Atocha, donde el abogado de Félix me esperaba para devolverme el dinero que supuestamente me habían estafado ante notario.

Para cerciorarme de no tener problemas por la ficha policial, consulto con un compañero de mi entonces nuevo trabajo, que era recientemente abogado, la manera de averiguar mis dudas de si persistía la ficha policial (digo la manera porque si iba a la comisaría sin papeles y sin un tramite en marcha al respecto, me podían arrestar por residir ilegalmente en España). Me aseguró que tenía un amigo que trabajaba en la central de policía y le preguntaría como se podría hacer. Al poco me pide una fotocopia del pasaporte. Al otro poco más, me confirma que no existe una ficha policial a mi nombre, dejándome la vía libre para mi ansiada regularización.

Felizmente, Daniel, quien es el que me hizo el contrato para la regularización, para darme luego el alta en la Seguridad Social y al fin el trabajo, acababa de abrir una agencia inmobiliaria en una famosa franquicia en Vallecas, Madrid. Entregamos toda la documentación pedida en uno de los tantos puntos abiertos para el caso el 29 de abril del 2005. Fue admitida in situ a tramite. Era cosa de esperar 3 meses la contestación que prometió el gobierno.

Algo mas de 4 meses después, a mi novia le salieron los dichosos papeles. Lo mío aun en espera.

Casi 6 meses después del final de abril me llega una respuesta el 20 de octubre de 2005 (el doble de lo prometido). Eso no es nada, la resolución fue negativa (los planetas, en Guadalajara, solo me habían amagado buenos augurios para luego servir en mi mesa, como en las buenas venganzas, el plato frío). La negativa alegada por la Delegación de Gobierno en forma de epístola que transcribo es la siguiente:

En la instrucción del procedimiento se ha emitido informe gubernativo previo desfavorable (apartado 1, letra c, de la disposición transitoria tercera del real decreto 2393/2004 y articulo 53.1, apartado i, del reglamento aprobado por esa misma disposición).

Y, además me advierten que debo abandonar el territorio español en un plazo de 15 días, o excepcionalmente y con medios económicos suficientes a 90 días, sino se me aplicará lo previsto en dicho Reglamento para los supuestos de encontrarse irregularmente en territorio español. Y también me dan un mes para imponer recurso potestativo de reposición; y dos meses para impugnarlo directamente ante el juzgado de lo contencioso administrativo competente.

Me dirijo con la misiva a Bretón de los Herreros, donde la Delegación de Gobierno, para que me traduzcan el motivo de la resolución desfavorable. El funcionario me hizo saber que no tenia los medios para informarme que es lo que habían visto concretamente para rechazarme los ansiados papeles. Pues leyó la carta, por el punto que indica la denegación me preguntó si tuve algún juicio. Me respondió con esa pregunta lo que quería saber. Ya caí en la cuenta de donde provenían “los tiros”.

Fui con todos los papeles que tenían que ver con el juicio (declaración, escritura pública, etc.), y expliqué lo que hasta aquí detallé a Daniel (el entonces futuro jefe). Con la misma buena voluntad del principio, compadeciéndose de mi desagradable situación, me prometió hablar con el abogado que llevaba su sociedad limitada, y averiguar lo que se podría hacer.

Al poco tiempo, se presentó una demanda contra la Delegación de Gobierno formulada por la empresa de Daniel.

El 14 de marzo de 2006 nos comunican que se admite a tramite la demanda, que insta citarse el día 19 de octubre de 2006 (si, un año después de la notificación de la Delegación de Gobierno), al juzgado de lo contencioso administrativo Nº 11 de Madrid.

Ya en agosto de 2006, Daniel me informa que los negocios inmobiliarios no iban muy bien. Por la cual empecé a moverme un poco con la intención de acelerar las cosas.

Hablé con una joven abogada de un centro de ayudas para inmigrantes, en la calle Reina de África en la zona de Entrevías, que había dispuesto el Gobierno de la Comunidad de Madrid, y pedí su consejo. Dijo que vaya al juzgado de Guadalajara, que pida un certificado de mi calidad como testigo y, con ese papel, tramitar la anulación de la ficha policial que lo realizaban en cualquier comisaría.

El 31 de agosto de 2006 fuí para ese juzgado, de ahí me indicaron que habían trasladado el proceso de jurisdicción, en Madrid, porque el delito se había cometido ahí. Ahora el caso lo llevaba el juzgado de instrucción Nº 49 de Madrid, sito en Plaza de Castilla.

Solicité a la funcionaria que llevaba el caso que certificara por escrito, que el juzgado de Guadalajara se había equivocado en citarme como imputado e inmediatamente me tomaron declaración como testigo. Con expresión indignada (no sé de que) me dijo que no podía escribir que se habían equivocado, pero a cambio (después de verificar en el ordenador mi situación en el proceso) me haría un justificante en que alega que soy testigo y no imputado.

Me tuve que conformar y me dirigí a la comisaría mas cercana a mi casa (en Puerta de Toledo). Ahí me confirmaron la existencia de tal ficha y me señalaron que debía ir al Ministerio de Justicia (creo, no lo recuerdo bien, sé que es el lugar para quitarse los antecedentes penales) para poder anular ese informe gubernativo desfavorable (ahí empecé a ser una bola de fliper).

El 1 de septiembre de 2006 me acerco a lo que creo el Ministerio de Justicia. Un edificio demasiado bonito para unos funcionarios tan incompetentes. Uno de ellos me atiende, le explico mi problema, y me hace comprar un formulario en un estanco para rellenarlo y entregárselo a una compañera que me señala. Una vez hecho lo que parecía ser lo necesario, encaro a la funcionaria señalada. Mira el formulario, me hace unas preguntas y me dice que para sacarme una ficha policial me tengo que dirigir a una comisaría que esta en Mar de Cristal. Repuse fundamentando lo que me había dicho su compañera y me respondió:- Pues que te diga mi compañera que hago yo con esto- mientras sacudía el formulario que compré. (Sigue el ridículo).

Una vez, en la comisaría de Mar de Cristal, revelé mi inconveniente y mi deseo de rectificación, a un funcionario vestido de policía. Me pidió mi DNI, tarjeta de residencia, o en su defecto pasaporte comunitario. Le ofrecí mi pasaporte argentino. Me informó que no podía estar ahí sin documentación en regla. Le dije que era “el pez que se muerde la cola”, “que a mí no me salían los papeles por tener una ficha policial equivocada y que ellos me pedían permiso de residencia para poder sacarme la ficha”.

Me pidió el pasaporte, lo miró, me preguntó desde cuando estaba en España, le respondí que desde el 14 de agosto de 2001, hizo una llamada telefónica y me exigió esperar, que lo tenían que llamar por lo mío.

Al fin lo llamaron y me llevó aparte para comunicarme que estaba detenido por residir ilegalmente en España. Le dije que no podían arrestarme porque faltaba una resolución de mis papeles , que estaba en juicio (lo del juzgado de lo contencioso administrativo Nº 11 de Madrid). Me preguntó si tenía un comprobante encima de ello. No, no lo tenía. Y adujo que me detienen con la aprobación de la Delegación de Gobierno (es decir que la llamada le informó que no constaba un proceso para mí regularización).

Así que señores, me llevaron a un bonito viaje en patrullero desde Mar de Cristal hasta la comisaría de Aluche, donde me invitaron a pasar a un calabozo con mas extranjeros sin permiso de residencia a esperar una abogada de oficio.

La detención fue a las 12.17 hs., y me largaron a 18.55 hs. del mismo día con una “Notificación de acuerdo de iniciación de expediente de expulsión por el procedimiento preferente”. Que la procuradora me consoló diciéndome que en 6 meses caducaría como casi siempre pasa.

Gracias a Dios, Ala, Buda, o a todos ellos juntos caducó.

El 19 de octubre de 2006 se presentaron ambas partes para el contencioso de la empresa contra la Delegación de Gobierno de Madrid. Quien representaba a la Delegación de Gobierno pidió otra vista para poder juntar la documentación que no pudo juntar en 7 meses (desde el 14 de marzo al 19 de octubre). Se acordó que la nueva vista se citaría mediante correo y que aproximadamente seria entre 15 días a 1 mes.

Llegó la citación para el 18 de enero de 2007. Se celebró el juicio y quedaba nada mas esperar sentencia.

En febrero mas o menos, ya Daniel había vendido su parte de la sociedad a Diego, quien prometió terminar con toda mi tramitación.

En junio, Diego cierra la agencia por ser económicamente insostenible por falta de venta.

Ahora mi fe se depositaba en una sentencia favorable con opción a poder cambiar de empresa para darme el alta.

Mientras espero, consulto con una abogada en julio de 2007 (esta vez de pago) de encontrar la forma de quitarme la dichosa ficha policial sin acabar tras las rejas. Me sugiere preparar un escrito con fotocopias de la documentación de declaraciones y demás cosas, al Juzgado de instrucción Nº 49 de Madrid (donde se había trasladado el caso Félix), en petición al juez para que mande, ordene (o lo que sea que deba hacer él) comunicar a la central de la policía que quiten esa ficha de una vez por todas.

Voy con ese escrito al juzgado Nº 49 y me avisan que ya pasó
al juzgado Nº 26 de lo penal en García Noblejas, por que ya habían terminado las diligencias previas. Así me hicieron memorar que soy una brillante bola de fliper.

En el juzgado de lo penal Nº 26 de Madrid, me dijeron que lo pasaron al juzgado de lo penal situado en Pitis (no recuerdo el numero de juzgado), porque la condena iba a superar los 5 años de prisión.

La bola de fliper sale despedida a Pitis. Ahí me informan que el día anterior se mando nuevamente al juzgado Nº 26 de Madrid por una equivocación, ya que la condena no es superior a 5 años. Que calculase que la tendrían ahí en una semana.

En los primeros días de agosto me llega un aviso para que vaya al juzgado de Gran Vía por una notificación que tiene que ser recibida en persona, para mí y mi novia. Era una citación del juzgado Nº 26 para declarar como testigo en el caso Félix para el 6 de noviembre de 2007. Ese mismo día que recibí la notificación, aproveche para visitar el juzgado Nº 11 que llevaba mi caso y enterarme si ya estaba dictada la sentencia. Me confirmaron que no, que aun estaba en el tribunal supremo.

Preparo un escrito símil al que hizo la abogada para el juzgado Nº 49, pero esta vez dirigido al penal Nº 26.

A finales de septiembre llamo a ese juzgado para preguntar si ya tenían de vuelta el proceso y como debía entregar mi escrito ya preparado.

Los tuve que llevar al juzgado de Plaza de Castilla para que de ahí lo manden a García Noblejas (ese era el procedimiento).

A las pocas semanas tuve contestación del juez por correo, donde me enviaban todo el legajo de mi preparación, más mi escrito, más una nota del juez, que se notaba que ni había leído mi petición. Pues me mando un escrito igual que el que había conseguido en el juzgado Nº 49 de Madrid que certifica mi participación en el proceso como testigo y no como imputado. Que además daba fe y firmaba. Mandó el documento sin firmar el día 2 de octubre de 2007.

Ya no sabía que hacer. Si iba a la comisaría me meterían preso y me largarían con otra ficha para la expulsión. Un abogado aboga por su cuenta bancaria que yo no puedo satisfacer.

Deposite mi confianza en Claudia, mi pareja, para tramitar lo de la ficha policial. Le hice una autorización escrita a mano, y fue con la declaración del juzgado Nº 49 y Nº 26 de Madrid respectivamente, a la comisaría de Mar de Cristal.

Le respondieron que el tramite era personal, que solamente podía hacerlo ella mediante un poder notarial.

El 11 de octubre de 2007 hicimos un poder notarial de mi persona para autorizar a Claudia a realizarme cualquier tipo de tramite.

Ese mismo día Claudia va para la comisaría con el poder y los certificados de los juzgados. Le dicen que si, que están bien todos los documentos y proceden a la anulación, donde le comentaron sea dicho de paso que, se comunicaran con la comisaría de Torrejón de Ardoz para la destrucción física de la ficha. Hecho el trabajo por el ordenador a Claudia le dan un certificado de cancelación que al llegar a mis manos casi me caigo de espaldas.

Parecerá de risas señores, pero yo transcribo con sonrisa irónica (para combatir cualquier brote de depresión) un majestuoso sarcasmo en forma de certificado, que dice así:

En relación con la instancia recibida en esta Dependencia, se comunica que no procede la cancelación de antecedentes solicitada, por CARECER de ellos, hasta el día de la fecha, en la Base de Datos Informatizados de Gestión de Antecedentes Policiales del Archivo Central de la Policía, a la vista de la documentación aportada.

Lo que comunica a los efectos oportunos.

Permítanme una expresión española para demostrar que estoy integrado: ¡Manda Cojones!

De ahora en mas, me imagino a la policía con nariz de payaso y pistola de agua.

El 6 de noviembre de 2007 llegó el día para declarar el caso Félix. Fui el único de los testigos afectados por la estafa que no tenia permiso de residencia y trabajo.

Cuando hube terminado de declarar, el juez me manda a sentar, se arrepiente y me llama para hacerme la ultima pregunta. –¿Está usted actualmente trabajando? (¿Esa pregunta va dirigida a la resolucion del caso por estafa?) Mi respuesta fue negativa, pues era la verdad y aun estoy sin trabajo. Pero yo me pregunto una cosa, si estuviera trabajando ¿qué le respondo? ¿Que sí? ¿Que me multen y multen al pobre desgraciado que me da trabajo para que yo pueda comer a cambio de mis servicios? Insisto, estoy desocupado.

El 12 de noviembre de 2007, día de cumpleaños de Claudia, fui al juzgado Nº 11 de Gran Vía a averiguar si la sentencia estaba ya dictada. Bingo, estaba dictada y me dieron una copia.

Es curioso saber que la sentencia la dicto el juez el 9 de febrero de 2007, y que a mi en agosto me dijeron que estaba en el tribunal supremo, e igualmente en octubre a Claudia le dijeron lo mismo.

La sentencia para mi alegría es a mi favor. El juez dictamina que:

el informe gubernativo previo desfavorable proveniente de la comisaría de Torrejón de Ardoz (que raro creí que carecía de él) no es vinculante ya que deberá valorarse conjuntamente con los antecedentes penales que pudieran existir, salvo en los casos expresamente establecidos por la ley.

Y concluye:

-Que no se ha dispuesto, finalmente, del informe gubernativo previo desfavorable.

-Que, en cualquier caso, tal informe no es vinculante, ya que se deberá valorarse con posibles antecedentes penales. No consta que MARTÍN ALEJANDRO RODICIO tenga antecedentes penales.

Luego el fallo:

Que la resolución (la que me negó los papeles) por no ser conforme a Derecho, debiendo la Administración demandada dictar nueva Resolución en base a los datos que le constan en el expediente, pero sin tener en cuenta el informe gubernativo previo desfavorable (Se refiere a la ficha policial de Torrejón de Ardoz que desapareció milagrosamente).

El miércoles 14 de noviembre, esquivando el martes 13, me fui derechito, tempranito a la delegación de gobierno que ahora esta sita en calle Serrano 69. Por un lado con la sentencia en mano, y con la otra la denegación recibida el 20 de octubre de 2005 con mi numero de expediente.

Fui a informarme ante una funcionaria. Le conté de la denegación, que lo lleve a lo contencioso y que además tenía sentencia favorable. Ella verificó mis datos en el ordenador y me contestó que todavía le aparecía en proceso, que suele resolverse en unos 6 o 7 meses. Fue ahí que le lance la pregunta “bomba”. La empresa que me hizo el contrato ya no existe ¿Me puede dar de alta otra empresa? La respuesta ya la saben ustedes por presentimiento, es que no puede terminar esta historia de otra manera que con un rotundo, inefable y prevaricoso --> NO.

La chica que me atendió se compadeció y me expresó: ¡Que mala suerte!, y me sugirió que iniciara otra tramitación por arraigo social. El ridículo llegó aquí a su máxime. Todo un proceso inservible se puso de manifiesto en ridículo, y la victima soy yo.

Aquí acabo mi proceso Kafkiano, aunque se ve que me espera otro por arraigo.

Espero tener mas suerte que Josef K. y no conocer el doble filo de no sé que justicia, que no comprendo, y pasar de los 31 años de vida.

Decidí no creer en la mala suerte por que creo que trae mala suerte. Pero se ve que no lo puedo evitar.

Siento que la justicia es una palabra gigante, de letras de plomo que pesa sobre mi cabeza como a un delincuente debería de pesarle.

¿De quien es la culpa? ¿De la comisaría de Torrejón de Ardoz? ¿Del juzgado de Guadalajara? ¿Del euribor que hizo prohibitivo la compra de la vivienda obligando a muchas agencias, entre las que estaba la que me quería contratar, cerraran por falta de ventas? ¿Del juzgado de Gran Vía por su lentitud?

Ya me habían dicho que la justicia en España es lenta, pero creo que la juzgaron con indulgencia condescendiente. Personalmente puedo agregar que es injusta, prevaricadora, incompetente e inútil.

Exijo justicia de verdad.

En Madrid (mi hogar) a 21 de noviembre de 2007

Martín Alejandro Rodicio, mayor de edad, nacido en Buenos Aires Argentina el día 12 de agosto de 1977.

Información mandada a:
Periódico El Mundo y el Mundo.es// Periódico el País// Periódico La Razón// PSOE// PP// Maria Consuelo Rumíà secretaria de estado de inmigración y emigración// Migrar org// Madrid org// RTVE// A fondo de antena 3// Telemadrid// Cuatro// Cuatro noticias//

A todos muchas gracias.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Creeme que te entiendo amigo, yo, intente regularizarme en el ultimo proceso de regularizacion, pero me lo denegaron, porque mi empadronamiento era por omision, y en el ayuntamiento donde me lo dieron no lo llenaron con un formulario hecho para tal ocasion, o sera porque el gobierno decidio ya no aceptarlo al ver tanta cantidad de extranjeros regularizados?, presente un recurso en contra de esta denegacion y nuevamente me lo denegaron. Finalmente despues de tres años y pico y de haber gastado una pasta en tramites aqui y en mi pais de origen, me acaban de conceder la autorizacion de residencia y trabajo por arraigo social y familiar, pero ahora resulta que dada la situacion economica de españa actualmente, en mi empresa, ha bajado mucho la faena y el empresario segun parece va a tirar gente a la calle, entre ellos yo mismo incluido, asi que ahora estoy en la encrucijada de buscarme la vida, teniendo la resolucion favorable en mano, para que alguna empresa me contrate y me de de alta en la seguridad social.Dios nos ayude.... Paciencia y buen humor!!! y para terminar una frase de animo y asi poner fin a mi comentario....como dicen ... el que la sigue la consigue!!! Animo!

Anónimo dijo...

Disculpe muy señor mío que me entrometa en este caso pero como familiar del su dicho acusado tengo el deber moral y legal de decir que los contenidos de este blog son meras falacias.
Y que el hombre del que se esta hablando salió absuelto y no creo que tu sepas más que los jueces.

Don Felix tomara medidas legales contra este "mago de las falacias".
Solo tengo que decir una sola frase: "nos veremos en el juzgado".

El-inusitado dijo...

Ya he corregido el blog para no manchar el buen nombre de ese señor y dispongo a disculparme por mi error, señor/a anonimo/a que veré su cara en el juzgado.

Gracias............................................






¿Has terminado de leer el blog y quieres seguir leyendo?

Aqui tienes:



http://www.elpais.com/articulo/espana/MINISTERIO_DE_ADMINISTRACIONES_PuBLICAS/PODER_EJECUTIVO/_GOBIERNO_PSOE_/1993-1996/Gobierno/denuncia/funcionario/pasar/asesor/Gonzalez/elpepiesp/19940603elpepinac_21/Tes


Y:

http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1993/12/31/136.html

Anónimo dijo...

muy bonita esta historia, pero falta y mucho la justicia que tu pides ya la has tenido con los problemas que has encontrado. Una persano que paso por todo esto fui yo por tu culpa martin pero con paciencia consegui que felix me sacara mis papeles lo unico que no consegui fue el dinero que tu cobraste. Gracias martin

El-inusitado dijo...

Hola anónimo, la historia (discrepo contigo) poco tiene de bonita, me parece bien que este señor te haya ayudado con los papeles y sobre todo que lo haya hecho, cosa que no se dio en ningún caso constatado por eso que llamas justicia. Y con respecto al dinero que yo cobré, dime como fue, cuanto y como, ya que si pàrticipaste del juicio sabrás que este señor me tuvo que hacer una devolución a mi y tantas otras. Pero no te preocupes, podes unirte al primer anónimo y verme la cara en el juzgado si es de vuestro agrado. Aún espero la demanda.
No obstante gracias por opinar.

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